CIUDAD DE MÉXICO.- La toma del paso de Rafá, según la evaluación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha desencadenado repercusiones de gran alcance, siendo caracterizada como “un golpe devastador” que amenaza la prestación de asistencia humanitaria crucial en la región de Gaza. La portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, ha subrayado la gravedad de la situación, haciendo hincapié en que la población local se está viendo obligada a abandonar sus hogares, en ocasiones repetidas (cuarta, quinta o sexta vez), siendo reubicada en áreas que no ofrecen garantías de seguridad.
Este desplazamiento forzado plantea serias preocupaciones sobre la protección de los derechos fundamentales de los residentes de Gaza, quienes ya enfrentan desafíos considerables debido a la continua inestabilidad y la falta de condiciones adecuadas de vida. La escalada de tensiones en la región agrava aún más la situación humanitaria, comprometiendo la capacidad de las organizaciones internacionales para brindar asistencia esencial a aquellos que más lo necesitan.
En este contexto, la ONU y otros organismos humanitarios hacen un llamado urgente a todas las partes involucradas para que se comprometan a respetar el derecho internacional humanitario y los derechos humanos, garantizando la protección de la población civil y facilitando el acceso seguro y sin trabas a la asistencia humanitaria en Gaza.