A medida que octubre avanza, la situación del sector agropecuario en Sonora se vuelve cada vez más compleja. Los ganaderos, liderados por Juan Ochoa Valenzuela, presidente de la Unión Ganadera Regional en Sonora (UGRS), siguen aferrándose a la esperanza de que las lluvias de invierno traigan un alivio necesario para enfrentar la sequía que los afecta.

Un panorama incierto

Ochoa Valenzuela indicó que las lluvias de verano no fueron suficientes y advirtió que si no se registran precipitaciones en diciembre y enero, la crisis se agudizará. A pesar de la adversidad, destacó que los precios del ganado se mantienen fuertes en el mercado, lo cual es un aspecto positivo en medio de la difícil situación.

Sin embargo, la situación es aún más complicada para los agricultores del sur del estado, quienes enfrentan restricciones para sembrar debido a la escasez de agua en las presas. Se prioriza el uso de agua para consumo humano y animal, lo que limita las actividades agrícolas.

Impacto en la agricultura y ganadería

La siembra en esta región está siendo evaluada por el Gobierno del Estado, y se están considerando los niveles a los que se podrá sembrar. El sur de Sonora depende en gran medida de la agricultura, y tanto este sector como el ganadero sufren el impacto económico de la sequía.

Ochoa Valenzuela mencionó que aunque el precio del grano ha bajado por una fuerte cosecha en Estados Unidos, esto no es un problema mayor, ya que los ganaderos podrían importar si fuera necesario. Sin embargo, el verdadero desafío radica en las repercusiones económicas y sociales de no sembrar, ya que entre 250 mil y 300 mil hectáreas están en juego en esta zona.

La situación para el sector agropecuario es crítica, pero los ganaderos aún conservan la esperanza de que las lluvias de invierno puedan cambiar el rumbo. Ochoa Valenzuela también señaló que la desocupación del hato ganadero continúa, con productores deshaciéndose de animales viejos o improductivos. La respuesta de cada productor será clave para enfrentar esta adversidad.

En resumen, mientras Sonora enfrenta una sequía severa, los ganaderos y agricultores trabajan en soluciones, esperando que la temporada invernal les traiga la lluvia que tanto necesitan.

Por Redaccion

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