Ante el término del Título 42, decenas de migrantes se concentran en la frontera norte de México donde los albergues están saturados por el incremento de personas en movilidad.

A la frontera norte de México llegan cada vez más migrantes con la esperanza de cruzar a Estados Unidos. El mandato del Título 42 que permitía expulsarlos de inmediato por el COVID-19 terminará tras la declaración del fin de la pandemia, el 11 de mayo de 2023.

Los albergues, ya saturados de por sí, trabajan a marcha forzada, algunos incluso han tenido que abrir estancias provisionales ante la marea de personas que llegan o son retornados por el agonizante “Título 42”, una de las políticas sanitarias más controversiales del expresidente Donald Trump.

Este 11 de mayo a las 11:59 pm llegará a su fin la vigencia del Título 42, la norma que desde marzo de 2020 ha permitido a las autoridades de Estados Unidos expulsar de forma expedita a los extranjeros que llegaban a sus fronteras.

Aunque esa norma fue puesta en marcha como salvaguarda ante la pandemia de coronavirus, en la práctica sirvió también para controlar la entrada de migrantes al país y su aplicación durante tres años derivó en más de 2 millones ochocientas mil de expulsiones, de acuerdo con cifras del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS, por sus siglas en inglés).

El Título 42 fue duramente criticado por las organizaciones de derechos humanos por considerar que era usado como arma para ejecutar expulsiones masivas y dejaba desprotegidos a los legítimos solicitantes de asilo y refugio.

Establecida durante la presidencia de Donald Trump, esta norma había sido cuestionada por el actual mandatario, Joe Biden, quien tras llegar a la Casa Blanca intentó dejarla sin efecto, aunque no lo consiguió hasta ahora.

En los últimos meses, sin embargo, el fin del Título 42 ha sido motivo de preocupación para el gobierno estadounidense ante la posibilidad de que la extinción de esta norma derive en una llegada masiva de extranjeros que produzca una crisis en la frontera.

Este temor no es exclusivo del gobierno federal.

Tres ciudades fronterizas en Texas -Brownsville, Laredo y El Paso- se declararon en estado de emergencia, mientras que el gobernador de este estado, Greg Abbott, anunció el despliegue de la unidad táctica fronteriza de la Guardia Nacional “para que ayude a interceptar y repelar a grandes grupos de migrantes que intenten entrar a Texas ilegalmente”.

Por su parte, el gobierno federal envió 1.500 soldados que darán apoyo a la patrulla fronteriza, aunque no ejecutarán funciones policiales.

Migrantes cerca de la fromtera de EE.UU.

Las autoridades estadounidenes estiman que del lado mexicano de la frontera hay unos 150.000 migrantes esperando para cruzar.

Las autoridades estadounidenses temen que se produzca una ola migratoria de grandes proporciones, pues estiman que en el norte de México hay más de 150.000 migrantes esperando en albergues y campamentos el momento de cruzar la frontera.

Con información de CNN

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