Un bebé fue abandonado por su padrastro en una clínica de Nogales, Sonora, en donde los médicos le tuvieron que aplicar naloxona para salvarle la vida luego de intoxicarse con fentanilo
El menor ingresó en un estado verdaderamente grave con paro cardiorrespiratorio, por lo que los médicos tuvieron que intubarlo para salvarle la vida. Al revisarlo descubrieron en su pañal algo que los dejó sorprendidos: tenía cuatro pastillas azules, las cuales tenían inscrito M30, una de las marcas distintivas del fentanilo.
Al percatarse de lo que había ocurrido, aplicaron vía intravenosa naloxona -el medicamento usado para las sobredosis de fentanilo- y de esta manera salvaron la vida del pequeño. Una vez que lo estabilizaron, se dio aviso a las autoridades.
Cabe señalar que el bebé fue llevado al hospital por su padrastro, un hombre que se identificó como pareja sentimental de la madre del menor, pero después de un rato abandonó la clínica. Al poco tiempo la madre del pequeño llegó para preguntar por él, según confirmó la trabajadora social del sitio.
Fue la propia Secretaría de Seguridad de Sonora la que dio a conocer el caso mediante sus redes sociales, mismas en las que informó que la Fiscalía del Estado está realizando averiguaciones para saber cómo ocurrieron los hechos, pues hasta ahora se desconoce cómo ingirió el fentanilo.
Por su parte, Andrick Kee Gómez, director del hospital a donde fue llevado el bebé, dijo que el menor ingresó en un estado verdaderamente grave, pero que tras la aplicación de la naloxona reaccionó.
“Le pasamos la naloxona, el antídoto del fentanilo, reaccionando rápidamente y volviendo con signos vitales el menor, ya ven que en los días pasados nos dieron las dosis y es el único antídoto que tenemos para este tipo de situaciones”, dijo el médico.