El gobierno de Sonora ha emitido una advertencia a quienes planean disfrazarse para celebrar Halloween y el Día de Muertos: no se tolerará la apología del delito en sus caracterizaciones, y quienes lo hagan podrían enfrentar severas sanciones. Esta medida surge en un contexto de creciente violencia en el estado, alimentada por enfrentamientos entre facciones del Cartel de Sinaloa.
La apología del delito se refiere a la promoción o exaltación de conductas criminales a través de diversas plataformas, lo que puede incluir disfraces, música o representaciones culturales. Un ejemplo claro de esta problemática es la narcocultura, que glorifica estilos de vida y prácticas relacionadas con el crimen.
En México, la apología del delito está penada. El artículo 208 del Código Penal Federal establece que quienes provoquen públicamente a cometer un delito o hagan apología de este pueden enfrentar de diez a ciento ochenta jornadas de trabajo en favor de la comunidad. Si se lleva a cabo el delito, el provocador será sancionado según su participación en el mismo.
Además, la Constitución, en su artículo 6, protege la libertad de expresión, pero también señala que incitar a la violencia mediante simbolismos puede ser considerado un acto delictivo. Este artículo establece que las manifestaciones de ideas no estarán exentas de sanciones si atacan la moral, los derechos de terceros, incitan a delitos o perturban el orden público.
En un esfuerzo por fortalecer las sanciones por apología del delito, en febrero de este año, la diputada priista Melissa Estefanía Vargas Camacho propuso reformas para aumentar las penas relacionadas con estas conductas. Su propuesta sugiere que la apología que amenace la vida de personas podría conllevar de uno a tres años de prisión, y si se dirige contra un servidor público, la pena podría incrementarse hasta cinco años.
La diputada enfatizó que para cambiar la cultura del desprecio a la ley en México, es crucial limitar la apología del crimen que se promueve en medios como series de televisión, música y videojuegos, donde el uso de armas y el dinero ilegal son presentados como ejemplos atractivos para los jóvenes.
Con estas iniciativas y advertencias, las autoridades buscan enfrentar el desafío de la violencia y promover un entorno más seguro y respetuoso en la sociedad.