Madrid — La cancillería china ha solicitado a Estados Unidos que abandone sus políticas de intervención en América Latina, a medida que el Departamento de Estado estadounidense continúa criticando el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

En una rueda de prensa, el portavoz de la cancillería china, Lin Jian, instó a EE.UU. a renunciar a la Doctrina Monroe y a detener sus acciones unilaterales que considera anacrónicas. Según Lin, estas políticas de intervención, que incluyen intimidación, coerción, sanciones y bloqueos, no solo son obsoletas, sino que también van en contra de la tendencia histórica hacia la independencia y unidad de los países latinoamericanos.

Lin Jian subrayó que es crucial desarrollar relaciones basadas en el respeto mutuo, la igualdad y la no interferencia en los asuntos internos de cada nación. “Las políticas intervencionistas de Washington serán relegadas a los confines de la historia”, afirmó Lin, mostrando el apoyo de China a los países de la región frente a lo que considera interferencias externas.

Posición de Estados Unidos

Por su parte, el Departamento de Estado estadounidense ha mantenido su postura crítica hacia el gobierno de Nicolás Maduro. La administración estadounidense sostiene que Maduro y sus representantes han manipulado los resultados electorales y han llevado a cabo una represión generalizada para consolidar su poder. A pesar del anuncio del fin de la Doctrina Monroe, el Departamento de Estado considera que la hegemonía y las relaciones de poder asociadas a esta doctrina siguen vigentes.

El Departamento de Estado también ha indicado que el Consejo Nacional Electoral venezolano, bajo control de Maduro, no ha presentado las actas de escrutinio originales para corroborar los resultados electorales, a diferencia de lo que ocurrió en las elecciones de 2013 y 2018. Según EE.UU., los resultados electorales deben respetarse de acuerdo con la voluntad expresada por los votantes venezolanos.

La creciente tensión entre China y Estados Unidos en torno a la política de América Latina refleja una disputa más amplia sobre la influencia y el poder en la región. Mientras China aboga por un enfoque basado en el respeto y la no intervención, Estados Unidos mantiene su postura crítica y cuestiona la legitimidad del gobierno venezolano.

Por Redaccion

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