En el marco de la 34 Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH), el Centro INAH Sonora desarrolló el conversatorio “50 años de arqueología desde el INAH en el noroeste de México: homenaje a sus fundadores”, dedicado a los arqueólogos José Arturo Oliveros Morales y Beatriz Braniff Cornejo, precursores de esta disciplina en dicha región.

La mesa tuvo lugar en el Museo Nacional de Antropología y estuvo integrada por los arqueólogos del Centro INAH Sonora, Elisa Villalpando Canchola y Júpiter Martínez Ramírez, y la arqueóloga del Centro INAH Veracruz, Ana María Álvarez Palma, quienes abordaron las diferencias significativas de la institución de los años setenta y la de las décadas posteriores, haciendo un recuento de los aportes y características de esa arqueología norteña.

Se resaltó el papel de José Arturo Oliveros Morales y Beatriz ‘Tita’ Braniff Cornejo, una pareja de arqueólogos quienes en ese periodo atendieron, desde la capital sonorense, las necesidades de cuatro de los estados más grandes de México: Sonora, Sinaloa, Baja California y Baja California Sur.

“El resultado de lo que se creó en el Centro INAH Regional, gracias a ambos, fueron las herencias de las distintas maneras de aproximarse a la arqueología, lo que constituyó su esencia en Sonora. Aprendimos a interactuar con las comunidades y la divulgación de nuestras labores”, destacó Elisa Villalpando.

En su intervención, Ana María Álvarez señaló que la arqueología de los primeros años empezaba a definirse, a través de la recopilación y trabajo de Oliveros Morales y Braniff Cornejo. “Comenzaron a darle un carácter más claro a la arqueología de Sonora, con proyectos y temáticas propios”.

Por su parte, Júpiter Martínez concordó en que esas décadas de labor han conseguido que la metodología de la arqueología del norte se afiance, por lo que Sonora dejó de ser una zona marginal y pasó a ser madura por sí misma.

“Los investigadores tenemos distintas visiones e interpretaciones para discutir. La política del INAH es estar involucrados, sobre todo, en términos de investigación. Hoy, los proyectos de salvamentos arqueológicos no solo resuelven problemas, nos permiten también entender la historia cultural del estado”.

Los ponentes entregaron un reconocimiento a Deborah Oliveros Braniff y Carlos Duran Braniff, hijos de los célebres arqueólogos, y coincidieron en que ha perdurado la organización, relaciones binacionales, vínculos con comunidades y otras enseñanzas implementadas por los homenajeados.

Sonora continúa con actividades académicas y artísticas en la 34 FILAH, las cuales podrán seguirse a través de INAH TV y las redes sociales del perfil Antropología e Historia en Sonora.

Por Redaccion

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