El pasado viernes, a través de un video publicado en las redes oficiales del Palacio de Kesington, Kate Middleton reveló que padece cáncer y ya se encuentra en tratamiento de quimioterapia preventiva.
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La noticia fue una bomba en medio de las especulaciones que surgieron alrededor de la princesa desde la cirugía abdominal a la que fue sometida, y si bien el mensaje confirmó qué esta ocurriendo con Kate, también despertó muchas interrogantes sobre el futuro de la monarquía británica.
La noticia sobre la salud de la princesa se suma a la crisis que enfrenta la familia real, con el rey Carlos también enfermo de cáncer, y el príncipe Harry alejado de la realeza con su esposa Meghan Markle viviendo en California.
Ahora, millones de personas se preguntan qué pasará con la Corona en caso de que Kate no supere la enfermedad que padece, y así se han puesto sobre la mesa varios escenarios.
¿Qué pasaría si Kate Middleton muere?
En el primero de los escenarios, si Kate no sobrevive, el príncipe William quedaría viudo, sin embargo, su estado civil no sería un impedimento para convertirse en rey, pero la muerte de la princesa tendría un impacto muy negativo en la familia real y en la percepción pública de la monarquía.
Desde su boda con el príncipe William, Kate se convirtió en una de las figuras más queridas y respetadas dentro de la realeza británica, por lo que su ausencia dejaría un vacío emocional en la vida de millones de personas en todo el mundo.
Con la muerte de Kate Middleton, sería necesario un replanteamiento de los roles y responsabilidades dentro de la familia real, mientras que el príncipe William enfrentaría una carga emocional muy grande y asumiría un papel aún más destacado en la representación de la monarquía.
Durante su mensaje del pasado viernes, la princesa expresó que ya había revelado su diagnostico a sus hijos, los príncipes George, Charlotte y Louise, a quienes les aseguró que estará bien.
Sin embargo, de acuerdo con expertos reales, la muerte de Kate tendría importantes repercusiones en la vida de sus hijos y de su papel dentro de la familia real británica.
Mientras que en el ámbito instituciona, la ausencia de la princesa podría desencadenar discusiones sobre el papel de la realeza en la sociedad contemporánea y su relevancia en el siglo XXI e incluso se generarían dudas sobre su legitimidad y continuidad.