Tanto Donald Trump como Joe Biden obtuvieron los suficientes delegados para que incluso antes de que terminen las elecciones primarias de sus partidos, ya sean los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos, abriendo la puerta a una ‘revancha’ de los comicios de 2020.
Ambos aspirantes aseguraron este martes 12 de marzo las nominaciones presidenciales de sus partidos con victorias decisivas en una serie de primarias de bajo perfil, estableciendo una revancha en las elecciones generales que muchos votantes no quieren.
El resultado de las contiendas en Georgia, Mississippi y el estado de Washington nunca estuvo en duda. Ni Biden, un demócrata, ni Trump, un republicano, enfrentaron una oposición importante. Pero la magnitud de sus victorias le dio a cada hombre la mayoría de delegados que necesitaba para reclamar la nominación de su partido en las convenciones nacionales de verano.
Ni siquiera a mitad del calendario de las primarias presidenciales, el martes marcó un momento cristalizador para una nación incómoda con sus elecciones en 2024, que definirán si Joe Biden amplía su mandato otros cuatro años o si vuelve el polémico Donald Trump.