En el sur de Sonora, la falta de apoyos gubernamentales para los productores de maíz ha llevado a algunos a tomar decisiones drásticas, abandonando la agricultura y buscando nuevas oportunidades en la ganadería.
Noé López, líder agrícola en el Fuerte Mayo, expresó su preocupación por la situación que enfrentan los productores, quienes continúan sin recibir los apoyos prometidos por el gobierno federal. La falta de pagos correspondientes al 2022, sumada a la ausencia de un precio adecuado por sus productos, ha dejado a muchos agricultores en una posición precaria.
Ante la difícil situación en el valle, algunos productores han optado por cambiar de giro laboral y adentrarse en la ganadería. La siembra en la región no ha sido favorable, y la deuda pendiente por parte del SEGALMEX ha impactado negativamente en la economía de los agricultores. El retraso en los pagos y la falta de un precio justo para su producción han llevado a una disminución en la rentabilidad de la agricultura en el sur de Sonora.
Aunque el gobierno federal ha anunciado las bases para el precio de garantía del maíz en 2024, fijándolo en seis mil 915 pesos por tonelada para pequeños productores con superficies de cinco hectáreas de temporal, la situación en el Fuerte Mayo indica que solo se ha alcanzado un avance del 60%. Esto significa que el 40% restante de los productores aún no ha recibido el pago del año anterior, generando un descontento generalizado.
La crisis en el campo no solo se atribuye a la sequía, sino también a la falta de apoyo gubernamental. En el Fuerte Mayo, la agricultura, que solía ser la actividad más importante y de mayor impacto económico en la región, está perdiendo protagonismo. La migración hacia la ganadería refleja la búsqueda de alternativas frente a las dificultades persistentes que enfrentan los productores agrícolas en el sur de Sonora.