La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha calificado de “cínico” a Genaro García Luna tras sus acusaciones de que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha “destruido el Poder Judicial”. Estas declaraciones se produjeron justo antes de que García Luna reciba su sentencia en Nueva York por vínculos con el narcotráfico.
Críticas a la Credibilidad de García Luna
En una reciente Mañanera del Pueblo, Sheinbaum cuestionó la autoridad moral de García Luna, quien fue secretario de Seguridad Pública en el gobierno de Felipe Calderón. “¿Qué autoridad moral tiene para hablar sobre decisiones del pueblo de México?”, se preguntó, resaltando la desconexión entre sus acusaciones y su propio historial. La presidenta enfatizó que el país no debe olvidar los errores del pasado, instando a la población a mantenerse informada sobre los acontecimientos actuales.
Contexto Histórico Relevante
Sheinbaum también recordó que García Luna está vinculado al narcotráfico y que su sentencia está relacionada con estos delitos, no con la reforma del Poder Judicial. Su intervención puso de relieve el contexto histórico, al mencionar cómo la administración de Calderón, que llegó al poder en medio de controversias electorales, desató una guerra contra el narcotráfico que ha dejado profundas huellas en la sociedad mexicana.
“Lo que queremos ver es cuál es la sentencia”, dijo Sheinbaum, dejando claro que la atención debe centrarse en las implicaciones del caso y en los errores del pasado que no deben repetirse. Su mensaje fue claro: es esencial recordar la historia para no repetir los mismos errores.
García Luna y la Lucha contra el Narcotráfico
Sheinbaum subrayó la importancia de distinguir entre los delitos de García Luna y la situación del Poder Judicial. “La sentencia de Genaro García Luna es contra un ‘narco’, pues está vinculado con el narcotráfico”, enfatizó, señalando el desafío que enfrenta el país en la lucha contra la criminalidad y la corrupción que ha permeado las altas esferas del gobierno.
La presidenta Sheinbaum se posiciona firme ante las declaraciones de García Luna, recordando la necesidad de transparencia y responsabilidad en la política mexicana. Su discurso refuerza la idea de que el pasado debe ser un maestro, no un olvido.