El gobierno de Estados Unidos declaró este jueves una emergencia de salud pública nacional por el brote de viruela del mono, en un momento en el que se registran cerca de 7.000 casos en el país.

Con la iniciativa las autoridades esperan llevar la respuesta a la enfermedad “al siguiente nivel”, afirmó el secretario de Salud, Xavier Becerra. La decisión permitirá al gobierno federal destinar más fondos para atender la ola de contagios.

Las agencias podrán poner en marcha el desarrollo de nuevas vacunas y tratamientos, así como contratar nuevo personal especializado.

“Animamos a todos los estadounidenses a que se tomen en serio la viruela del mono y que se responsabilicen para ayudarnos a hacer frente a este virus”, añadió el secretario de Salud en una llamada con periodistas.

El anuncio ocurre luego de que los estados de Nueva York, Illinois y California declararan también un estado de emergencia por el rápido aumento de casos de este virus, endémico de África pero que desde mayo se ha detectado en al menos 75 países.

El pasado julio la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió una alerta global por la viruela del mono, lo que supone su advertencia máxima.

Desde que se registraron los primeros casos en mayo, activistas y expertos en salud pública han pedido tanto a la OMS como a los distintos gobiernos del mundo una atención del virus más rápida, para evitar que se establezca como una enfermedad endémica fuera del continente africano.

De acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU., unas 26.000 personas se han contagiado a nivel global.

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